Nuestro mayores merecen respeto y garantías

Alcorcón es una ciudad trabajadora como pocas. Durante los años 70 y 80, miles de personas llegadas del campo se dejaron la piel para construir la ciudad que hoy disfrutamos. Hoy, merecen que su esfuerzo se recompense.

Alcorcón ha cambiado mucho en los últimos cuarenta años. Hemos pasado de ser un pequeño pueblo, dedicado a la actividad rural, a ser una gran ciudad, con más de 100.000 habitantes. Tenemos grandes avenidas, servicios públicos de primer nivel, nuestros propios medios de comunicación, asociaciones culturales, vecinales, sociales… Tenemos, incluso, un equipo de fútbol conocido en toda España.

Ese cambio no se ha producido por arte de magia. Ha sido el resultado del trabajo que durante los últimos cuarenta años hicieron miles de personas, miles de trabajadores, venidos del campo, acostumbrados al esfuerzo y al trabajo duro, que fueron capaces de convertir nuestro pequeño pueblo en la gran ciudad que es hoy en día. Con sus manos levantaron Alcorcón, un Alcorcón en el que poder ver crecer sus familias y en el que poder descansar cuando se hicieran mayores.

Ese es el Alcorcón que seguimos construyendo hoy en día, a pesar de las trabas y dificultades que nos ha puesto David Pérez, con sus políticas, con su odio y su violencia, con su desprecio por los vecinos. Un Alcorcón que debe reconocer a sus mayores y garantizarles el respeto y los medios de vida que merecen, porque si no fuera por su trabajo, esta ciudad no sería lo que es hoy.

Para muchos de nuestros mayores, uno de los principales problemas es el de la vivienda. No hay más que ver el escándalo del Plan Permuta: necesitan viviendas adaptadas, accesibles y asequibles para ellos. Y necesitan vivir con la tranquilidad de que no van a venir a desahuciarles a los 80 años: después de una vida de trabajo, merecen descanso y seguridad.

En Ganar Alcorcón este derecho es una prioridad clara, por lo que proponen la habilitación de apartamentos residenciales en cada barrio que puedan garantizar el bienestar de nuestros mayores. Porque ellos, más que nadie, merecen el Alcorcón por el que tanto han trabajado: una ciudad que podemos empezar a construir, a partir del 26 de mayo, con un Alcorconazo.

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