Los impuestos, que deberían tasar a los superricos para redistribuir la riqueza, se han convertido en una carga insoportable para las familias trabajadoras de Alcorcón por culpa de los “tasazos”. Es hora de terminar con ellos
La regla fundamental de una política fiscal justa es cobrar más a quien más tiene. Los impuestos deben exigir a cada ciudadano en función de su riqueza y sus posesiones. De cada cual, según su capacidad: la carga fiscal de una familia trabajadora no puede ser comparable con la de una gran empresa o la de cualquier superrico. Y sin embargo, en ocasiones no sólo están a la par, sino que los trabajadores pagamos más, en proporción, que las grandes empresas y los superricos.
Esta realidad es una injusticia. Los impuestos, que deberían servir para transferir riqueza y financiar nuestro Estado social, se convierten en unas pesadas cadenas que lastran a las familias trabajadoras mes a mes. Si la fiscalidad amenaza a las familias corrientes y apenas afecta a las grandes empresas y a los superricos, ¿qué clase de justicia social tenemos? ¿Dónde está la redistribución?
En Alcorcón sufrimos como nadie esta perversión de la política fiscal. El Ayuntamiento de David Pérez, amigo y fiel servidor de los superricos, ha cargado toda su artillería fiscal contra la gente corriente, imponiendo impuestos injustos sobre la mayoría social trabajadora de nuestra ciudad como el “tarifazo” del agua o el “tasazo” de la basura. Para un administración municipal inútil e incapaz, que responde ante las grandes empresas y quienes las dirigen, tasar salvajemente a los vecinos es la única vía de mantener un presupuesto equilibrado. Pero hay otras opciones.
Ganar Alcorcón tiene un plan claro que permitirá mantener e incluso aumentar los ingresos municipales… sin que los ciudadanos, los vecinos, nos veamos obligados a pagar hasta por respirar. Es posible suprimir el “tarifazo” y el “tasazo”, crear empleo de calidad, y recibir un dividendo social mediante un plan de inversión pública productiva. ¿Cómo? El primer paso lo daremos juntos el día 26: con un Alcorconazo.
