El Once de la Esperanza: Jesús Santos

Al candidato a alcalde, en sus propias palabras, “Alcorcón le corre por las venas”. En las elecciones de 2015, cuando se formaron los primeros gobiernos del cambio, dio un paso adelante y estuvo a punto de hacerse con la alcaldía. Hoy, con cuatro años de experiencia y un conocimiento aún más profundo de la realidad municipal, encabeza el Once de la Esperanza.

Jesús Santos nació en 1981 en Madrid, pero ha pasado toda su vida en Alcorcón, donde se ha criado, ha formado una familia, y ha trabajado como conductor en ESMASA. Defendió esta empresa pública frente a los ataques del gobierno de Partido Popular, convirtiéndose en la figura más reconocible de la resistencia ante David Pérez y las políticas que tanto daño han causado a Alcorcón y a sus vecinos.

Fue después del conflicto de ESMASA cuando decidió asumir la responsabilidad de ofrecer una alternativa de cambio profundo a la grave situación que vive nuestro municipio, y convertirse en el candidato de Ganar Alcorcón en 2015. Ya en aquella ocasión estuvo a punto de hacerse con la alcaldía, y durante los cuatro años que ha ejercido como portavoz del grupo municipal de GA ha encarnado una forma diferente de hacer política, apegada a la gente, siempre a pie de calle y en los centros de trabajo. Ahora, con toda la experiencia que ha adquirido durante la última legislatura, se presenta nuevamente a la alcaldía, con la ilusión de recuperar el Alcorcón que conoció de joven y dejar a sus tres hijos la ciudad que merecen.

Su principal prioridad, como trabajador de ESMASA, es la limpieza de Alcorcón: sabe mejor que nadie lo que necesita el municipio para dejar atrás el lamentable estado actual de suciedad, insalubridad y abandono, porque durante años él ha sido uno de tantos que, con sus propias manos, se ha encargado de limpiar la ciudad. Como padre trabajador, también se ha marcado como prioridad que la riqueza que se cree en el municipio no vaya a los bolsillos de una minoría de especuladores, sino que llegue a todas las familias trabajadoras como la suya. Para sus tres hijos, espera construir un Alcorcón seguro, inclusivo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, y capaz de ofrecer empleo, vivienda y un futuro a los jóvenes.

No tiene más motivación, en resumen, que el bienestar de los vecinos y vecinas de Alcorcón, porque siempre ha sido uno más entre ellos. La falta de opciones que de verdad fueran capaces de impulsar el cambio que necesita Alcorcón fue lo que le empujó a entrar en política, y toda su ambición es conseguir una ciudad a la altura de sus gentes: humildes, trabajadoras, abiertas, alegres. Por eso se presenta como alcalde, porque tiene la convicción de que es posible pasar página a esta década ruinosa y construir un futuro de ilusión y esperanza.

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