El Once de la Esperanza: Rosana Zarapuz

Rosana Zarapuz se ajusta a ese perfil del militante clásico que ha levantado la izquierda de nuestro país: una persona abnegada, sacrificada, valiente, siempre dispuesta a echar una mano y sumarse a cualquier causa que ponga por delante a la mayoría social trabajadora. En Alcorcón, el cambio es impensable sin sumar su energía y su convicción.

Alcorcón ha sido siempre una ciudad de gente trabajadora. Esto no es Las Rozas: aquí vive gente humilde, gente que se gana la vida con su esfuerzo y su sudor, con sus manos o con su cabeza, trabajando día tras día. Es la clase de gente que ha levantado la ciudad, y la clase de gente que siempre ha estado en primera fila cuando tocaba defender los derechos o impulsar el cambio. Rosana Zarapuz, militante del PCE y de Izquierda Unida en nuestro municipio, es una de esas personas.

Militante y activista con años de experiencia, se ha sumado al proyecto de Ganar Alcorcón con la honestidad y la energía que la han acompañado durante toda una vida de lucha y organización. Forma parte de la izquierda irreductible, la que aguantó el chaparrón durante los años del turnismo entre PSOE y PP, cuando parecía que no había ninguna alternativa al bipartidismo. Una izquierda que hunde sus raíces en organizaciones históricas que han formado parte inseparable de la historia reciente de Alcorcón, como el PCE y posteriormente Izquierda Unida, y que ha sabido dejar a un lado las diferencias para sumarse a un proyecto de cambio amplio capaz de ofrecer una alternativa para Alcorcón.

Desde que en 2015 Ganar Alcorcón se presentara a sus primeras elecciones municipales, Rosana se ha dedicado con trabajo constante y con gran dedicación a mantener esos puentes, esa unión, que casi hizo posible llegar a la alcaldía entonces, y que será la clave del Alcorconazo este día 26 de mayo. En estos cuatro años, ha sido ejemplo de unión y lealtad para construir el proyecto que hoy representa Ganar Alcorcón, con su Once de la Esperanza y su programa, capaz de unir y agrupar a distintas organizaciones en una opción de cambio para nuestra ciudad.

Rosana está convencida de que la unidad popular, a pesar de todas las dificultades, a pesar de los posibles desacuerdos, bien merece la pena, ya que es el camino que ha permitido construir la organización fuerte y cohesionada de la que hoy se siente orgullosa de formar parte: una organización que antepone los intereses de Alcorcón, de sus vecinos trabajadores, frente a los intereses partidistas.

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