El Once de la Esperanza: David López

La juventud no es un impedimento para David López, el candidato más joven de Ganar Alcorcón, sino más bien una motivación. Con la frescura y energía que le aportan sus veinticinco años, se incorporó a la candidatura municipalista para garantizar que la voz de los más jóvenes también está presente en las instituciones, y que se tienen en cuenta sus necesidades y demandas.

David López nació en 1994: pertenece, por tanto, a la célebre generación de los millenials, esos jóvenes que nacieron y crecieron en paralelo a Internet, a las Tecnologías de la Información y la Comunicación y al estallido digital que las acompañó. Aunque nunca faltan artículos para denostar a los más jóvenes, la realidad es bien distinta: se trata de una generación activa, comprometida, y tremendamente dinámica, que está llamada a afrontar grandes retos, como la cuarta revolución industrial o el cambio climático, en los que sin embargo han tenido poco poder de decisión.

David está dispuesto a cambiar eso. Actualmente es estudiante de Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid, por lo que tiene gran conocimiento acerca de las cuestiones relacionadas con la representatividad, y con las particularidades de su generación. Como el resto de los jóvenes de Alcorcón, ha sido consciente del deterioro de los servicios públicos, de la pérdida de derechos de la ciudadanía, y de la falta de inversión en todos los ámbitos. La juventud ha sido, precisamente, uno de los grupos que más ha sufrido el abandono en nuestra ciudad durante los últimos ocho años.

Si el gobierno de David Pérez se ha caracterizado por ejercer su autoridad de espaldas a todo el municipio, el caso de los jóvenes es especialmente sangrante: no se trata sólo de Alcorcón, sino de prácticamente todas las instituciones. Los gobiernos están conformados por personas de avanzada edad, que sólo miran a corto plazo, al igual que las grandes instituciones económicas como el FMI. Las multinacionales, absorbidas por su competición particular para hinchar sus beneficios, sólo piensan en la próxima cuenta de resultados. Y mientras tanto, las alertas sociales, económicas y climatológicas suenan cada vez con más fuerza, amenazando con transformar de forma profundamente negativa el mundo que conocemos.

Por eso, para David es fundamental defender los intereses de la juventud trabajadora, y que ésta tenga una voz propia. Frente al abandono que ha regido hasta ahora, el Ayuntamiento debe ofrecer una red de apoyo, con ayudas para la emancipación de los jóvenes en una época en la que los salarios se desploman y los alquileres se disparan; centros educativos de calidad que garanticen una formación adecuada; y opciones de ocio atractivas y accesibles, que fomenten la cultura de barrio a través del deporte, la música, el baile o la literatura. Recién ascendido de la cantera al equipo titular, el miembro más joven del Once de la Esperanza tiene mucho que decir.

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