El Once de la Esperanza: Enrique Ferrés

Alguien que ha vivido muchos años en Alcorcón ha conocido todas las caras de nuestra ciudad: la amable, inclusiva, alegre, que siempre nos ha caracterizado y, por desgracia, también la triste, apática y agotada que muestra ahora por culpa de David Pérez. Ese es el caso de Enrique Ferrés, que espera poder recuperar su Alcorcón gracias a un Alcorconazo el próximo 26 de mayo.

Enrique es vecino de Alcorcón desde hace cuarenta años. Ha visto como lo que era un pequeño pueblo dedicado a la agricultura y al sector primario se convertía en una gran ciudad, con industria, sector servicios, y grandes instalaciones sanitarias y educativas levantadas con esfuerzo colectivo para el bienestar social de sus vecinos y vecinas, entre los que se encuentran el propio Enrique, su mujer y sus dos hijos.

Él, de hecho, ha servido durante treinta años a la comunidad, trece de ellos como profesor de la Escuela Municipal de Personas Adultas. Y, a pesar del esfuerzo y la dedicación de trabajadores públicos como él, ha visto como la degradación iba devorando todos estos servicios públicos por culpa de las políticas aplicadas, en gran medida, desde el Ayuntamiento.

Consciente de que la lucha es la única forma de recuperarlos, igual que fue la única forma de conseguirlos, Enrique espera poder trabajar desde el Ayuntamiento, codo con codo con los vecinos, para volver a ofrecer a Alcorcón una educación pública y de calidad, una sanidad adecuada a sus necesidades, un transporte asequible y funcional, servicios sociales y opciones culturales. Para ello, será imprescindible dignificar las condiciones laborales, al igual que las pensiones, así como asegurar la igualdad de género y de raza, y la libertad sexual y de opinión, perseguida por las formas dictatoriales de David Pérez.

Ha encontrado en Ganar Alcorcón el vehículo ideal para ello, y por eso se sumó con entusiasmo al Once de la Esperanza, seguro de que, desde la unidad, es posible conseguir que la enseñanza pública en Alcorcón vuelva a tener la dignidad que le corresponde, y los recursos que necesita, para así poder asegurar a las niñas, niños y jóvenes del municipio el futuro que necesitan y merecen.

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