Entrevista a Carlos Carretero, un candidato a las elecciones municipales por Ganar Alcorcón

David López, Beatriz Lozano y Rubén Gómez

EL MUNICIPIO: Su candidatura ha levantado polémica entre las filas del alcalde. ¿Qué motivo le empujó a formar parte de la candidatura de GA?

CARLOS CARRETERO: Cuando conocí a las concejalas de Ganar Alcorcón me llevé una gran sorpresa. En el sector de la seguridad pública, hay una idea errónea y generalizada que presenta a los representantes de la izquierda como personas incompetentes para la gestión de nuestra área, pero cuando salí de nuestra primera reunión mi visión era diferente: escucharon el concepto de seguridad que quiero en el municipio y me hicieron sentir partícipe.

Yo nunca había tenido ninguna vinculación política, pero en Ganar Alcorcón vi que el cambio es posible. Pienso que si accedemos al gobierno podremos llevar a cabo nuestras políticas preventivas y de seguridad pública para mejorar el municipio.

E. M.: ¿Cuál es la situación actual de Alcorcón en términos de seguridad ciudadana y prevención?

C. C.: Somos un municipio potente y con muchas capacidades. Disponemos de un cuerpo de bomberos con setenta u ochenta trabajadores, un cuerpo de policía municipal con alrededor de 260 miembros y una agrupación de voluntarios de protección civil también muy potente.

Alcorcón tiene una capacidad técnica en seguridad y prevención que no está acorde con los resultados que se están consiguiendo. Los objetivos en esta materia, dado el elevado personal con el que contamos, deberían ser mucho más ambiciosos y valientes. Tenemos que ser un referente en seguridad pública a nivel nacional. Por ejemplo, aquí contamos con un Centro Unificado de Seguridad –el cual reúne a un grupo de funcionarios de seguridad de diferentes administraciones y a la policía local– que no existe en otro lugar de España. Es una instalación que tendría que ser puntera.

Las políticas de seguridad pública global tienen la obligación de garantizar la seguridad real para la ciudadanía de Alcorcón. Sus objetivos deben integrar la perspectiva de género, la protección de la infancia y a las personas con diversidad funcional, entre otros.

E. M.: ¿Cuál es el estado de la plantilla de seguridad pública en Alcorcón?

C. C.: Recientemente se aprobó una ley que permite la jubilación anticipada de los policías locales, lo cual reduce el número de los efectivos de policías y bomberos. Esta carencia se debe solventar porque no puede construirse un buen proyecto si escasea el personal. La seguridad se basa, independientemente del desarrollo tecnológico, en las personas físicas, quienes desarrollarán las políticas de seguridad.

E. M.: ¿Cuál ha sido el grado de incorporación de nuevas tecnologías a la seguridad local?

C. C.: La inversión económica en nuevas tecnologías dirigida a la seguridad pública en Alcorcón –bomberos, policía y agrupaciones voluntarias de protección civil– ha sido prácticamente inexistente. En un municipio de 170 mil habitantes, y con esta gran capacidad de profesionales en seguridad y prevención, es necesario establecer herramientas operativas de coordinación que resulten un mejor servicio. Además del interés por parte de la administración de mejorar la seguridad local, también es necesaria una alta implicación en las nuevas tecnologías. Alcorcón actualmente carece de ambas.

E. M.: ¿Cuáles son las principales propuestas de mejora para la seguridad ciudadana que propone GA?

C. C.: Hay que diferenciar, por un lado, la línea dirigida a la ciudadanía y, por otro, la base técnica para lograr lo primero con éxito.

Es primordial potenciar la formación específica de los trabajadores municipales. Hay competencias propias, como medioambiente y seguridad vial, que necesitan una alta especialización de los profesionales que las desempeñen.

A su vez, es importante contar con la participación activa ciudadana, es decir, la formación en habilidades de autoprotección: trabajar en prevención más que en reacción. Esto garantizaría la seguridad global de ellos mismo y del resto de la ciudadanía. El servicio de seguridad pública debe ser de calidad y para ello hay que apostar por nuevas políticas.

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